Hasta no hace mucho la enseñanza de programas de diseño se ha encontrado en manos de diseñadores, los que por alguna razón han dejado de lado técnicas que tienen que ver con conocimientos formales o con un conjunto de ellos. El programa Flash, actualmente de la empresa Adobe les ha conmovido ese eje de tendencia porque plantea desafíos que tienen que ver con el arte y a su vez con el pensamiento lógico y abstracto. Entre los programas de diseño de sitios Flash pelea su lugar como un producto único que requiere no sólo del alimento del arte sino también de técnicas y estrategias tomadas de lenguajes formales como la programación orientada a objetos, nombre que ya en sí mismo espanta a más de un diseñador que por no entender ni apreciar la revolución que implica el concepto dejan de lado y fingen que no existe.
Flash se posiciona en el mercado como un producto hegemónico en su género, requiere un esfuerzo extra que tiene y no tiene que ver con el resultado final, se puede usar ignorando su concepto, pero es a la larga imposible de soslayar, los diseñadores tendrán que acercarse al lenguaje ya que el lenguaje no se acercará a ellos y esto es así porque la productividad y eficacia del producto son indudablemente conceptos de lógica y no del arte.
Los diseñadores, tarde o temprano tendrán que preguntarse qué es la programación orientada a objetos y por qué deben aprenderla ya que los audaces les ganarán de mano y en la carrera de la tecnología ese es el valor más preciado, y para poder desarrollar el arte en los sitios, antes tendrán que adquirir los conceptos y fundamentos que conllevan aprender la programación orientada a objetos ya que sin ella el producto carece de lo esencial: la herramienta, precisamente que hace posible el arte.